miércoles, 29 de mayo de 2013

"Una pequeña-gran obra maestra"




























Ave verum corpus es un pequeño  motete(composición polifónica de cantos bíblicos del siglo XIII) compuesto por Wolfgang Amadeus Mozart sobre el breve himno eucarístico homónimo que data del siglo XIV y se atribuye al papa Inocencio VI. Tiene el número KV618 según la numeración del Catálogo Köchel de la obra de Mozart.

En abril de 1791, Leopold Hofmann, quien fue maestro de capilla en la Catedral de San Esteban de Viena, cayó gravemente enfermo. Mozart, que nunca había sido un ávido compositor de música sacra, vio una oportunidad de mejorar sus ingresos. Con este fin, dirigió de nuevo su atención a este tipo de música, que culminó finalmente con su Réquiem. (En este caso, Hofmann sobrevivió a Mozart, y murió en 1793.)

El  motete Ave verum corpus fue compuesto para la festividad del Corpus Cristi y terminó su composición en Salzburgo el 18 de junio de 1791 (el año de su muerte). Fue dedicado a Anton Stoll, director del coro de la parroquia de Baden, una estación termal donde Constanze, la esposa de Mozart, pasaba largas temporadas reponiéndose de su penoso estado de salud.






6 comentarios:

  1. A veces, muchas veces, las grandes obras prenden por una chispa oportuna. Muchas gracias. Besicos.

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    1. Otro amigo que se ha ido. Después de dedicar toda su vida a la docencia ha marchado, al año de jubilarse, sin haber disfrutado del descanso que se había ganado. Aún en prácticas me dió clases cuando yo hacia el bachillerato. Despues, mis hijos puderon disfrutar de su buen hacer, con cariño, con dedicación. Para él dedico estos minutos.Adiós, Donju!

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  2. Qué paz se respira en las iglesias!
    Con los ojos cerrados y escuchando esta música, debe ser lo más parecido a estar en la gloria. Gracias por estos momentos, Tonitxu.

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  3. Si, Maritxu, creo que esa paz es la antesala a la otra, la eterna. Un abrazo.

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  4. Esas antesalas a mi edad, no me gustan excesivamente, pero como es ley de vida... evidentemente prefiero esta armonía, que la música bacaladera.
    Saludos

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